En muchas zonas geográficas de España, el agua no es de suficiente calidad, ya que contiene impurezas, cal, nitratos, plaguicidas y otros compuestos orgánicos. Para poner fin a este problema, es recomendable utilizar sistemas de tratamiento del agua domésticos, como descalcificadores y ósmosis, que mejoran la calidad del agua al hacerla más pura y saludable. Pero ¿cuál es la mejor solución en cada caso? A continuación, te contamos cuáles son las diferencias entre ósmosis y descalcificador para que no te quede ninguna duda.
Descalcificador: ¿qué es y para qué sirve?
El descalcificador es un aparato que ayuda a eliminar la cal y el magnesio, mejorando así la calidad del agua que sale del grifo. Se suele instalar en aquellas viviendas a las que llega agua con elevados niveles de cal. Es lo que se conoce como “agua dura”. Este tipo de agua presenta una alta concentración de minerales, concretamente, de calcio y sales de magnesio. Su consumo puede provocar tanto problemas de salud (sequedad y eczemas) como averías en las tuberías y los electrodomésticos que están en contacto con el agua (lavadoras, lavavajillas, calderas, calentadores, termos eléctricos, cafeteras, etc.).
Este aparato, que se instala a la entrada de agua general de la vivienda, trata todo el circuito de agua fría y caliente de la casa, tanto de la ducha como del grifo de la cocina. Su misión es retener la cal del agua a la entrada para proteger la instalación al completo. Sin embargo, es importante saber que no purifica el agua para beber.
Ventajas del descalcificador
- Alarga la vida útil de los electrodomésticos al evitar que la acumulación de cal los estropee o provoque fallos en ellos
- Garantiza un ahorro considerable en productos anti cal, así como en reparaciones de electrodomésticos y tuberías
- Evita que se produzcan problemas en la piel y sequedad
En resumen, un descalcificador es un equipo de tratamiento de agua que aporta calidad de vida y ahorro económico.
Ósmosis: ¿qué es y para qué sirve?
Los equipos de ósmosis sirven para depurar el agua, eliminando hasta un 98 % de las sales e impurezas del agua corriente. Estos equipos, instalados normalmente debajo del fregadero de la cocina, incorporan un grifo a través del cual suministran agua purificada, baja en minerales y de la mejor calidad. Gracias a ellos, el agua estará siempre lista para beber y cocinar. A diferencia de los descalcificadores, este sistema no trata el agua de toda la vivienda.
Ventajas del equipo de ósmosis
- Suministra agua pura de mineralización débil y libre de químicos y, por lo tanto, más beneficiosa para la salud
- Ayuda a ahorrar en agua embotellada, de forma que el gasto efectuado en el sistema se amortiza rápidamente
- Elimina olores y sabores no deseados del agua, proporcionando agua de mejor calidad a un bajo precio
Resumiendo, el equipo de ósmosis proporciona beneficios para la salud y el ahorro económico.
Ósmosis y descalcificador: ¿juntos o por separado?
Ahora que ya conocemos las funciones de ambos aparatos, nos surge la siguiente duda: ¿debemos instalarlos juntos o por separado? Siempre que sea posible, lo mejor es instalar ambos equipos, ya que cada uno tiene una función determinada que contribuye a mejorar el agua de la vivienda. Si no es posible, debemos optar por uno de los dos, teniendo en cuenta siempre las características de la vivienda y, sobre todo, del agua que llega a la misma.
Por un lado, contar con un descalcificador es imprescindible para disfrutar de agua de calidad en las zonas geográficas de agua dura. Sin embargo, no siempre es necesario, puesto que, si la vivienda está situada en una zona geográfica de zona blanda o muy blanda, no se verá afectada por la cal. Por otro lado, el equipo de ósmosis se debería instalar en aquellas zonas con agua de mineralización fuerte para depurarla.
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